El Govern, bajo la dirección de Marga Prohens, está en proceso de elaborar un decreto de emergencia habitacional que incluirá una serie de medidas destinadas a abordar la crisis de vivienda. Entre estas medidas, se contempla la posibilidad de dividir grandes pisos y casas unifamiliares, siempre que se respete un tamaño mínimo de 60 metros para los pisos y 90 metros para las viviendas unifamiliares.
Los nuevos pisos resultantes de esta división deberán ser de Viviendas de Protección Oficial (VPO) o tener precios tasados. En cuanto a los precios de venta, estarán regulados en un rango que oscilará entre 102.000 y 240.000 euros, dependiendo del municipio en el que se encuentren. Para aquellos que opten por poner las viviendas en alquiler, los precios variarán entre 385 y 900 euros, nuevamente según la ubicación geográfica.
El decreto también contempla otras medidas, como la posibilidad de aumentar la altura de los edificios para igualarla con la de las calles y la reconversión de locales comerciales en viviendas. Además, se permitirá la conversión de hoteles en viviendas y la finalización de edificios que estén fuera de ordenación en suelo urbano. En todos estos casos, se deberá cumplir con el precio mínimo establecido por el decreto.
Es importante destacar que la decisión de implementar estas medidas recaerá en los ayuntamientos, que tendrán la autoridad para autorizar o no su aplicación total o parcial. Estas medidas estarán en vigor durante un período de dos años y, en el caso de la modificación de la altura de edificios ya habitados, requerirán la aprobación de la comunidad de vecinos, y estarán limitadas por la altura máxima del edificio más alto en la calle.