Esta finca rústica en Son Servera es una propiedad en plena construcción, prácticamente finalizada, que destaca por su fusión entre el estilo mallorquín y detalles contemporáneos. Situada en un extenso terreno de 17.000 m2, cuenta con una arquitectura que respeta la esencia de la isla, incorporando hornos antiguos de leña restaurados y vegetación mediterránea. Con licencias renovables, solo faltan los últimos acabados para completar este proyecto, que ya dispone de instalaciones eléctricas, agua, climatización y suelo radiante.
La vivienda ofrece 473,15 m2 construidos y se distribuye en seis dormitorios y seis baños, proporcionando un espacio amplio y funcional. Su diseño combina elementos rústicos con toques modernos, generando un ambiente acogedor y cálido. La finca es una excelente opción para quienes buscan un hogar con carácter, rodeado de naturaleza y con la posibilidad de personalizar los últimos detalles según sus necesidades y gustos.
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